Alergia a Medicamentos

Cargado el: 07/08/2022

Dr Edgardo José Jares

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Los medicamentos son claramente beneficiosos, pero algunos también pueden tener efectos adversos en ciertos pacientes. Sólo un pequeño porcentaje de estas reacciones adversas son verdaderas reacciones alérgicas. En estos casos, el sistema inmunitario del paciente reacciona específicamente al fármaco produciendo sustancias químicas que ocasionan síntomas alérgicos.

Reacciones No Alérgicas

Las reacciones no alérgicas a los medicamentos se deben a una variedad de mecanismos. En muchos casos, grandes dosis de un cierto medicamento pueden resultar tóxicas, especialmente si se reciben por un largo período. El antibiótico vancomicina, por ejemplo, puede dañar el oído y la función renal, y la teofilina, un medicamento para el asma, puede causar convulsiones. Ciertos medicamentos, como el antibiótico eritromicina, pueden causar trastornos estomacales. Sin embargo, estas no son reacciones alérgicas, y un paciente puede tolerar una dosis más baja. Otros pacientes pueden tener una reacción adversa a un fármaco si tienen problemas de excreción debido a daños al hígado o a los riñones o debido a la competencia con otros fármacos por la misma vía de desintegración. En casos poco frecuentes, un paciente puede tener una deficiencia de la enzima responsable de metabolizar el fármaco.

Reacciones Alérgicas

Cuando se desarrolla una verdadera alergia, las señales y los síntomas dependen de la parte del sistema inmunitario que esté reaccionando. La reacción alérgica más grave es la anafilaxis. Este tipo de reacción ocurre cuando un paciente tiene demasiado anticuerpo lgE (alérgico). Este anticuerpo está programado por el cuerpo para unirse al fármaco. Así, cuando encuentra el fármaco, se produce una liberación explosiva de histamina y otros agentes químicos de las células cebadas conectadas al anticuerpo lgE, lo cual se traduce en una reacción alérgica grave. Los pacientes deben estar alertas a la presencia de cualquiera de los síntomas siguientes solos o en combinación con otros: sensación de calor, enrojecimiento, picazón, urticaria, hinchazón en la garganta (llamado edema laríngeo), asma (broncoespasmo), mareos debido a la baja presión sanguínea, ritmo cardíaco irregular, náuseas o vómitos, calambres estomacales, shock y, rara vez, fallecimiento. Estos síntomas requieren atención médica, incluyendo una inyección inmediata de epinefrina (adrenalina). La anafilaxis pocas veces causa la muerte; esto se relaciona con no administrar rápidamente la epinefrina.

La mayoría de las reacciones anafilácticas ocurren dentro de una hora de exposición a la droga. En 5 a 20 por ciento de los casos, una repetición de la reacción anafiláctica puede producirse hasta horas después. Esto es más común en pacientes que han tenido una reacción inicial grave.

En pacientes en peligro de anafilaxis, el anticuerpo culpable lgE fue producido por el sistema inmunitario en respuesta a una exposición anterior al fármaco. Puesto que la producción inicial de lgE es gradual, muchos pacientes no tienen síntomas; otros pueden desarrollar síntomas como picazón y urticaria mientras toman el fármaco. Es muy importante comunicar a su médico estas reacciones, pues es posible que sean una señal de advertencia del peligro de una reacción anafiláctica futura.

La reacción alérgica más común a los fármacos es un sarpullido parecido al sarampión (sin urticaria) que ocurre típicamente después de varios días a dos semanas de tratamiento.

Esto es causado más comúnmente por células inmunes específicas en la piel que reaccionan al fármaco. No hay anticuerpos en este caso. En la mayoría de los casos, sólo se ve afectada la piel y el sarpullido comúnmente se pasa una vez que se discontinúa el uso del fármaco. En casos graves, puede ser necesario el tratamiento con esteroides (cortisona). Si hay picazón presente, pueden resultar útiles los antihistamínicos. Rara vez aparecen ampollas junto con un sarpullido causado por un fármaco. Esto es señal de una complicación seria, llamada eritema multiforme mayor (síndrome Steven-johnsons), y debe informarse inmediatamente a su médico. Sólo un pequeño porcentaje de los pacientes expuestos a un fármaco presentarán una reacción alérgica. En parte, esto depende de la naturaleza química del fármaco. Los fármacos que comúnmente inducen reacciones alérgicas incluyen penicilina y antibióticos sulfa, alopurinol (recetado para tratar gota), anticonvulsivos y medicamentos antiarritmia. La posibilidad de desarrollar una reacción alérgica puede aumentarse si el fármaco se administra frecuentemente, en grandes dosis, o por inyección en vez de en forma de píldora. El factor más importante puede ser una tendencia genética heredada del sistema inmunitario desarrollar alergias. Contrariamente a lo esperado, no obstante los antecedentes familiares de alergia a un fármaco específico, no significan quem un paciente tenga mayor probabilidad de reaccionar al mismo fármaco.

EVALUACION:

Sí desarrolla una reación inesperada mientras esté tomando un medicamto, su doctor considerará varios factores para determinar si se trata de una alergia a un medicamento, y de ser así a cual. El médico determinará las respuestas a las siguientes preguntas: en primer lugar, corresponden los síntomas a una reacción alérgica? En segundo lugar, Que fármacos fueron introducidos recientemente en el sistema del paciente?

La mayoría de las reacciones alérgicas a los medicamentos ocurren dentro de días o semanas después de la dosis inicial. Los fármacos que han sido tolerados por meses rara vez causan reacciones posteriores. En tercer lugar, ¿cuál es la tendencia del (de los) fármaco(s) sospechados) a inducir una reacción alérgica?

Actualmente, hay sólo exámenes limitados disponibles para diagnosticar alergias a medicamentos específicos.

 Se ofrecen exámenes dérmicos para detreminar la presencia del anticuerpo lgE para los casos de penicilina e insulina. A veces se realiza con otros medicamentos, pero los resultados son menos estandarizados. Si usted ha tenido una reacción a un fármaco, ¿puede recibirlo nuevamente? En la mayoría de los casos, es preferible que el paciente reciba un fármaco alternativo en el futuro. Sin embargo, el 70 por ciento de los pacientes con reacciones mediadas por lgE a la penicilina pierden esta alergia dentro de los cinco a diez años. Los exámenes dérmicos específicos pueden detectar esto; si son negativos, el paciente puede recibir penicilina y sus derivados de nuevo. Hoy en día no existe ningún examen para predecir la posibilidad de desarrollar sarpullidos recurrentes. En el caso de sarpullidos causados por antibióticos como la ampicilina o un fármaco sulfa (empleados en pacientes con SIDA), muchos pacientes pueden tolerar la readministracion si el fármaco es necesario, pero esto debe hacerse con sumo cuidado. Si un paciente tiene antecedentes de sarpullido con ampollas, nunca debe administrarse el fármaco nuevamente.

Los pacientes deben tomar nota de cualquier reacción pasada a los fármacos de tal modo que los médicos que traten al paciente en el futuro puedan estar bien informados. Usted debe conversar con su médico para saber si también necesita evitar fármacos relacionados y si debe usar una identificación. El factor más importante es mantener informado a su médico sobre cualquier reacción fuera de lo común que experimente mientras toma un medicamento, y sobre todo no automedicarse. Recuerde que la aspirina y los antiinflamatorios son la causa más frecuente de reacciones a los medicamentos.



Adaptado de “Tips to Remember” AAAAI